Durante los primeros meses de embarazo pueden surgir malestares y nauseas, además de sentir cansancio y sueño. Debido a esto se recomienda anunciar el embarazo en el trabajo lo antes posible, de este modo se podrá ajustar la carga horaria y las tareas.
Cada embarazo es único, generalmente se puede continuar trabajando hasta los 8 meses si en el trabajo no hay riesgos y el bebé y la mamá están sanos. El médico determina si es posible continuar con la tarea laboral evaluando el estado de salud del bebé, de la mamá, la edad, el tipo de trabajo que realiza y todos los factores que puedan influir en el buen desarrollo del embarazo.
Si las tareas laborales provocan un gran desgaste físico, como permanecer de pie mucho tiempo, caminar mucho o levantar peso, será conveniente que reduzca las horas de trabajo y que se tome licencia las últimas semanas anteriores al parto. Si debe trabajar con maquinaria, rayos x, o sustancias tóxicas deberán asignarle otra tarea durante el embarazo para evitar riesgos, de otro modo sería conveniente que no trabaje durante el embarazo.
El stress no es bueno para el bebé ni para la mamá, por lo que se recomienda organizar bien el trabajo, mantener un horario regular y evitar situaciones irritables. Se debe evitar trabajar más de ocho horas diarias y si tomar todos los descansos que se pueda.
De tener problemas renales, diabetes o alta presión arterial será necesario disminuir el horario laboral o incluso no trabajar, ya que estas complicaciones pueden requerir que permanezca en reposo. Del mismo modo si tiene un embarazo múltiple, si ha tenido anteriormente un embarazo que finalice antes de término o si ha tenido un aborto.
Es beneficiario tomar un descanso cada dos horas y cambiar la posición, estar sentada, parada o caminar un poco. Comer cada cuatro horas sería lo ideal, al igual que tomar mucho líquido preferentemente sin efervescencia. Es conveniente evitar levantar objetos pesados o agacharse.
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